01 marzo 2008

MANDAMIENTOS DEL DISEÑO GRÁFICO


La historia evoluciona, y lo que hasta hace poco era lógico, práctico y normal, un día deja de serlo. Hemos aprendido que los símbolos gráficos deben tener la máxima capacidad de ser reproducidos con fidelidad. Por ello, durante décadas se extendió la opinión de que una marca que tuviera gradaciones de color era una "mala marca" o un trabajo poco profesional. Hoy en día las cosas han cambiado y ese axioma ha evolucionado.

Usar matices en el colorido de un emblema es una apuesta que obliga a aumentar el control de calidad en el desarrollo de la marca, pero hoy en día es factible, porque la cantidad de soportes en los que el identificador gráfico puede ser reproducido con la máxima precisión supera ampliamente a aquellos en los que no. Estamos en la era digital y, precisamente, hay marcas que, por la inversión económica tan grande que destinan a la implementación de su identidad quieren permitirse ese lujo.

Al margen de que el diseño sea más o menos apropiado, técnicamente el uso de gradaciones, transmite mensajes positivos al público: relación con lo artístico o con lo orgánico (creatividad, imaginación, flexibilidad, naturaleza, etc.), idea de producto actualizado y tecnológicamente puntero y, también, la idea de solvencia y estabilidad económica.

Algunas de las marcas que expongo son el trabajo de la más influyente agencia de desarrollo de marca del mundo: Wolff Olins. Wally Olins es el gurú de la identidad corporativa y autor de "Identidad Corporativa" (1989) y otros libros sobre el tema.